Una ministra que resultó damnificada por la decisión de las firmas chinas BYD y Tsingshan a claudicar en los millonarios proyectos enmarcados en la Estrategia Nacional del Litio, dados los giros en las condiciones del mercado y las trabas burocráticas, es la titular de Medio Ambiente, Maisa Rojas.
Fue el Diario Financiero quien informó esta semana que BYD ingresó una petición de desistimiento el 14 de enero de este año, mientras que Tsingshan, que planeaba una fábrica de baterías en Mejillones, también había desistido de la iniciativa.
En medio de la polémica que provocó la noticia, la embajada de China en Chile emitió un comunicado asegurando que las empresas "nunca han manifestado haber terminado sus inversiones en Chile y mantienen la disposición de continuar el diálogo con las autoridades chilenas correspondientes".
Un comunicado que para algunos resultó ambiguo, mientras que para el Gobierno, fue un intento de la misión diplomática de poner paños fríos. Tanto el ministro de Economía, Nicolás Grau, como la titular de Ciencias y vocera (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, interpretaron que las firmas "mantienen el interés en el país", pero que ello no alude a ambos proyectos de litio en específico.
Más allá del vaivén de la trama, fueron las críticas a Rojas lo que se mantuvo como una constante. La secretaria de Estado fue sindicada por parlamentarios del Socialismo Democrático como responsable detrás de los escollos burocráticos con los que se encontraron las empresas.
"Es importante evaluar la salida de la ministra del Medio Ambiente. Ella está llamada a liderar estos proyectos, a liderar que sean un beneficio para la región, y no colocar más trabas", sostuvo el diputado Sebastián Videla (PL). A las críticas, se plegó el senador Fidel Espinoza y el diputado Héctor Ulloa (PPD-Ind).
Ante la ofensiva, fue el ministro Grau quien salió en su defensa. "En esto quiero ser muy claro, la ministra Maisa Rojas y el Ministerio de Medio Ambiente no tienen nada que ver en este problema y si alguien tiene alguna duda al respecto, yo se lo puedo explicar con calma nos podemos tomar un café donde quieran y aclararlo", sostuvo este jueves en Antofagasta, y precisó que "este proyecto no entró al Sistema de Evaluación Ambiental. Eran proyectos más industriales, los proyectos industriales en general como una planta de este tipo no son tan complejos de tramitación ambiental".
"Si a propósito de un proyecto que no tiene nada que ver con un problema de permiso en general y mucho menos con un problema de permiso ambiental, se aprovecha de criticar a la ministra, yo creo que es totalmente injusto y no tiene ningún asidero", aseveró.
Con todo, parlamentarios de la zona, rebatieron la postura del ministro. "Claro que tiene responsabilidad. Si la ministra no tiene que ver ¿Entonces quién tiene que ver? Es evidente que debe asumir alguna responsabilidad o al menos una autocrítica pública. No se nos pueden seguir yendo las inversiones por la inoperancia y burocracia del Gobierno", sostuvo la senadora Paulina Núñez (RN).
Por su parte, el diputado Videla consideró que "al ministro Grau le falta más autocrítica y pensar en el norte. Él no es de acá, por lo tanto, no ve la importancia de proyectos que desarrollen el empleo, que desarrollen también las tecnologías en el norte, el desarrollo en el norte, pero obviamente, siempre se tiene que ir acompañado del cuidado al medio ambiente y del respeto a las comunidades, y creo que ahí ha faltado un rol más patagónico de la ministra".
A su vez, el presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), apuntó que "lo que se critica de la ministra es su inmovilismo en términos de poder avanzar en algo que conjugue el desarrollo económico junto con la preservación del medio ambiente. Ha sido más bien una activista en temas medioambientales, más que una ministra que se pliegue a la necesidad de hacer crecer el país", adujo.
Y agregó que Rojas "no le ha tomado el peso lo importante que son las modificaciones al SEA, lo importante que es modificar todo lo que es permisología en su área".
Otras polémicas
La situación de las firmas chinas no es la única controversia por la que Rojas que ha tornado en blanco de reproches.
A fines del 2024, fue el fallo del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, que anuló por "ilegal" el rechazo del Comité de Ministros al proyecto Dominga, el que puso a la ministra bajo cuestionamientos. La instancia acusó a Rojas y a la exministra de Minería Marcela Hernando, de no haberse inhabilitado de la votación.
"En el caso de las ministras de Minería y de Medio Ambiente, estas participaron de la votación en la sesión del Comité de Ministros (...) pese a haber emitido pronunciamientos y declaraciones previamente en contra del proyecto Dominga. La situación descrita (...) constituye una infracción al principio de imparcialidad", sostuvo.
El año pasado, la titular de Medio Ambiente también fue marginada del debate legislativo a raíz de las revelaciones de reuniones que sostuvo con empresarios en la casa de Pablo Zalaquett, que no fueron reportadas en la plataforma de Infolobby. Desde el oficialismo y la oposición, parlamentarios exigieron la renuncia de Rojas y la acusaron de no ser una interlocutora válida.